Según el "Reporte de Negocios Agriculturales y Economía Aplicada", de Richard Taylor, se ha evidenciado un crecimiento en el mercado global del azúcar, con tendencias de aumento estables tanto en el consumo como el de precio. Esto hace que el azúcar sea considerado uno de los pilares de la economía mundial, convirtiéndolo en el "Oro Blanco" y se espera que la tendencia de aumento del precio se mantenga en el siguiente decenio. Esto además significa, que el consumo global de este producto también viene en aumento descontrolado, tan sólo en Colombia el consumo por persona para el 2016 era de 39 kg de azúcar al año.
El azúcar es uno de los alimentos que resultan más conflictivos a la hora de la consulta. La gente en general consume azúcares en diversas formas: alimentos y excipientes en variedad de productos de consumo. Y por su carácter altamente adictivo es uno de esos componentes que suelen ser difíciles de sacar de la dieta de los pacientes, aún a pesar de ser bien sabido que es una de las principales causas de síndrome metabólico y diabetes, entre otras enfermedades crónicas.
Pero entonces, ¿Cómo es el mecanismo por el cual el "Oro Blanco" es tan peligroso?
Diversos estudios como el presentado por la doctora Nicole M. Avenaen en la revista oficial de La Sociedad Internacional de Neurociencia Comportamental (International Behavioral Neuroscience Society), explican como el azúcar estimula los centros de placer y recompensa en el cerebro tal como lo hacen los opiáceos. Al igual que las drogas psicoactivas se ha demostrado que el azúcar genera todos los estados que se ven en una adicción tanto a sustancias como a comportamientos: Los atracones, síndrome de abstinencia, antojos y sensibilización cruzada con otras sustancias. Inclusive se ha llegado a evidenciar que los cambios en el cerebro (específicamente en el Núcleo Acumbens) pueden alterar el metabolismo de Dopamina, neurotransmisor involucrado en el estímulo del placer y la recompensa, al punto de generar dependencia.
Para la Medicina Funcional es crucial entender la fisiología detrás del problema de salud de los pacientes, por ende, entender la dependencia que genera el azúcar también genera un compromiso de tratar las alteraciones del metabolismo de la Dopamina, de manera tal que el paciente pueda salir de la dependencia al azúcar para así poder enfrentar las otras posibles alteraciones de salud secundarias al alto consumo de esta.
Desde la perspectiva del paciente iniciar el tratamiento puede hacerse de manera autónoma, el primer compromiso fundamental es entender que hay que detoxificar el cuerpo del azúcar, esto requiere de medidas importantes y contundentes. En la medida en que la decisión se tome y se apliquen las estrategias adecuadas el cuerpo tendría no sólo una buena respuesta, sino una adaptación resiliente que le permitirá tener una mejor respuesta ante los retos que deterioran la salud.
Consultar con el médico funcional dará más elementos que pueden mejorar la adaptación durante este proceso.
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